El concepto de titulización hace referencia al proceso a través del cual un emisor crea un instrumento financiero por medio de la combinación de otros activos financieros y la comercialización de estos nuevos instrumentos a los inversores. Engloba cualquier tipo de activo financiero y contribuye a la liquidez en el mercado.

En la titulización se transforma un activo financiero poco líquido, como puede ser una vivienda, en un título de renta fija más líquido. La entidad bancaria transfiere el riesgo de crédito a través de derivados de crédito a otra contrapartida. Los préstamos hipotecarios suelen ser los activos financieros más transformados, ya que en sus contratos se recoge en las condiciones esta transformación.

Ejemplo de titulización

Para entender mejor este concepto utilizaremos un ejemplo de titulización. Si una persona decide poner en marcha un negocio que se dedica a la compra-venta de viviendas, al adquirir la primera y alquilarlo, conseguirá un dinero que no resultará suficiente para continuar con las compras de más viviendas. Sí que podría hipotecar la casa comprada y con el dinero obtenido adquirir una segunda casa. Algo similar realizan las entidades bancarias, pero en el momento de hipotecar la vivienda lo que realizan para obtener dinero es titularizarla. Para ello emiten unos bonos avalados por dicha propiedad, que en el caso de que no puedan abonar los bonos por la quiebra del banco los compradores de los bonos acabarían haciéndose con la vivienda.

La titulación es la mejor manera para obtener activos más líquidos. De la cartera crediticia de la entidad bancaria se van a escoger una serie de activos que cuenten con las suficientes características para ser transformados y que tengan una naturaleza parecida. Estos títulos se acumulan en una cartera que se venderán a un fondo constituido de forma especial para operación. Así el banco podrá darle salida a activos pocos líquidos.