Cuando se necesita un préstamo por una necesidad que requiera una inmediata financiación, podemos recurrir a un préstamo puente. Dicho préstamo tiene una duración temporal: hasta que se obtiene el préstamo definitivo y si se asegura con certeza un ingreso seguro por parte del deudor.

El préstamo puente puede tratarse de una financiación de corta duración que existe entre dos préstamos de larga duración. Normalmente, la finalidad más común del préstamo puente es la adquisición de una nueva vivienda sin tener que vender inmediatamente la actual.

Es importante recalcar que cada entidad financiera propondrá sus limitaciones y sus condiciones, aunque lo normal es que en el plazo de dos a cinco años el inmueble debe ser vendido. No obstante, a diferencia de una hipoteca normal, el préstamo puente tiene diferentes formas de pagar sus cuotas:

  • Una cuota normal: amortizándose el capital y los intereses
  • Una cuota con carencia de capital: se paga el interés del préstamo sin amortizar el capital pendiente de devolución
  • Una cuota especial reducida: cuota inferior a la que se abona cuando se vende el inmueble actual

Ventajas del crédito puente

En cuanto a las principales ventajas del préstamo puente encontramos:

  • Permite al prestatario vender su vivienda sin prisas (un margen de 2 a 5 años)
  • El deudor puede optar por pagar solo los intereses (cuota con carencia de capital), devolviéndose así uno de los créditos.

Inconvenientes del crédito puente

Por contra, también encontramos una serie de inconvenientes:

  • El tiempo para la venta de la casa puede parecer suficiente. Pero si no se vende la vivienda, el préstamo deberá devolverse junto a los intereses
  • El préstamo confiere un mayor riesgo para la entidad, lo que significa que quien lo solicite deberá demostrar su capacidad de solvencia o capacidad para cumplir sus obligaciones