Para poder definir lo que significa aval cruzado, primeramente tenemos que conocer qué es un aval. Dando una breve definición, el aval funcionaría como si fuese una garantía (normalmente de dinero o bienes) que presenta una determinada persona para dar validez del cumplimiento de una obligación económica.

Características básicas del aval cruzado

El aval tiene, por tanto, como principal funcionamiento servir de resguardo o seguro cuando vamos a solicitar algún tipo de préstamo o alguna petición a una aseguradora o entidad bancaria. Digamos que da la seguridad o certeza necesaria de que vamos a cumplir con la devolución del préstamo.

A partir de aquí es cuando entra el concepto de aval cruzado: sucede cuando dos personas se avalan mutuamente una a la otra, permitiendo así entrar simultáneamente las dos al préstamo hipotecario que querían entrar. Es decir, sin este tipo de aval, la persona tendría que presentar un aval habitual para poder acceder a la financiación.

No obstante, este concepto genera mucha controversia. En sí, que una persona ponga a otra para el cumplimiento de su devolución o desembolso final no es del todo seguro, ya que esto no implica que ambos van a tener la solvencia suficiente. De hecho, el aval cruzado es una práctica ilegal que algunos intermediarios financieros promocionaron durante la burbuja inmobiliaria que le ocurrió a España años atrás.

Ejemplo para entender qué es el aval cruzado

Pongamos un ejemplo acerca de la inutilidad o poca fiabilidad del aval cruzado: si incurrimos a un desahucio, la persona que hayamos puesto como aval no podrá servirnos a no ser que estas personas sean miembros familiares y estén en régimen de paro, no tenga bienes suficientes para las deudas o conjuntamente sus ingresos no superan el 60% de la letra de la hipoteca. Aunque, como decimos, no es un instrumento fiable y aconsejable.