Los bancos intermediarios son aquellas entidades bancarias que permiten realizar transferencias bancarias a nivel internacional sin límite de fronteras. Normalmente, los bancos intermediarios suelen ser grandes entidades que están presentes en muchos países del mundo. De hecho, los bancos intermediarios suelen situarse en el país del destinatario de la transferencia bancaria para permitir que si el banco emisor no tiene una sede cercana, pueda realizar la transacción sin problemas.

¿Para qué sirven los bancos intermediarios?

Con la ayuda de un banco intermediario, podemos enviar dinero a cualquier persona en el extranjero desde nuestra cuenta bancaria y sin que sea necesario que nuestro banco tenga una sede en el país del destinatario. Esto es posible porque muchos de los bancos intermediarios tienen cuentas bancarias de otras entidades financieras que les pueden facilitar algún descuento o abono según las demandas de los clientes. De tal forma que el banco emisor transfiere la cantidad de dinero que quiere enviar el emisor al banco intermediario, y este es el encargado de hacer llegar al banco del destinatario la cantidad de dinero enviada por el emisor.

Tipos de bancos intermediarios

En función de la actividad realizada por el banco intermediario, estos se pueden clasificar en 2 grupos: notificadores y confirmadores. Cada una de estas actuaciones tiene unas características concretas:

  • Banco intermediario notificador: son aquellos casos en los que el banco intermediario sólo se encarga de informar al beneficiario de que la persona que ordena la transferencia ha abierto un crédito a su favor en el banco emisor de la transferencia. Además, también se ocupa de recibir la documentación necesaria para el trámite y la envía al banco emisor.
  • Banco intermediario confirmador: en este caso, el banco no sólo notifica y gestiona la documentación sino que también se responsabiliza del pago al beneficiario de la transferencia así como de aplicar los efectos mercantiles que deriven de la operación.