El concepto crédito hipotecario se refiere a la cantidad de dinero que solicita un cliente comprometiéndose a devolverlo a través de cuotas periódicas, además de una serie de intereses asociados. Por lo general se respalda con la garantía de una vivienda, en unas condiciones establecidas en acuerdo con la entidad financiera y reflejadas en un contrato.

Hay diferentes clases de créditos hipotecarios, sobre todo fijadas por el tipo de cuotas. Suelen ser abiertas y pueden variar con el tiempo en el caso de que el cliente lo demande y el banco lo acepte. Un ejemplo es que se acuerde abonar cuotas más pequeñas al comienzo del crédito, para ir incrementándolas con el tiempo. Puede resultar una opción muy interesante en el caso de que esperemos un aumento salarial con los años.

Diferencias entre crédito hipotecario y préstamo hipotecario

Aunque presenten muchas similitudes, sobre todo en cuanto a la finalidad, hay varios aspectos que diferencian al crédito hipotecario del préstamo hipotecario. Es necesario conocer las características de cada modalidad antes de decidirse por una u otra opción.

El préstamo hipotecario es cerrado, presentando unas condiciones concretas en un contrato, que en caso de que el cliente desee modificarlas una vez contratado el préstamo hipotecario, deberá realizar una novación (ya sa para incrementar el importe a financiar o aumentar el plazo de duración).

Por su parte, en el crédito hipotecario se presta una cantidad de dinero y el titular tiene la posibilidad de disponer de la totalidad del mismo o de una parte de ese capital concedido. Cada vez que precise de más dinero podrá disponer del que le quede pendiente, siempre que no rebase el límite de crédito facilitado por la entidad financiera.

Hay otros aspectos que también diferencian estos dos productos, como pueden ser los tipos de interés (superiores en los créditos), las subrogaciones o las comisiones.