Cuando se produce una absorción de una empresa por otra, el capital y el patrimonio de la primera empresa pasa a integrarse a la segunda empresa. La empresa absorbida desaparece como sociedad y forma parte de la empresa absorbente.

Hay que diferenciar el término de “absorción de una empresa” del de “fusión de empresa”. La fusión se produce cuando ambas empresas se unen, desaparecen y forman una nueva. Esa nueva empresa posee entonces los derechos y las obligaciones de las dos que han desaparecido.

Tipos de absorción de empresas

La absorción de una empresa puede realizarse de dos formas diferentes:

  • Absorción de forma voluntaria. En este caso, ambas empresas llegan a un acuerdo. La sociedad absorbida recibirá una cantidad de dinero y permitirá de manera voluntaria ser absorbida por la empresa más fuerte. Este tipo de absorción suele ocurrir cuando una empresa está pasando por alguna crisis económica y quiere evitar la quiebra. La empresa absorbente también puede ofrecer a la empresa absorbida alguna participación o algunos puestos específicos dentro de la empresa.
  • Absorción utilizando una OPA hostil. Una empresa puede realizar una OPA, es decir, una oferta pública de adquisiciones, de manera hostil. En este caso, la empresa que realiza la OPA hostil pretende comprar las acciones de la empresa que se quiere adquirir sin ningún tipo de negociaciones es decir, la futura empresa adquirida no quiere ser absorbida. Así, se produce un enfrentamiento entre ambas empresas y suele terminar en una subida del valor de la oferta a los accionistas.

La absorción de empresas tiene tanto ventajas como desventajas. Una empresa absorbente puede aprovecharse de la red de distribución, los clientes y todo tipo de estructuras de la empresa absorbida para expandirse y aumentar su rentabilidad. Sin embargo, también se puede dar el caso que la inversión de dinero no sea rentable y no se consiguen los objetivos establecidos.

Así, hay que analizar bien el plan estratégico, económico y de mercado, y tener los objetivos claros.