Un pagaré es un documento mediante el cual una persona o empresa se compromete con otra a pagar una cantidad de dinero en tiempo determinado. Estos pagarés son títulos de crédito, ya que la persona que lo recibe tiene el derecho a cobrar y exigir el cumplimiento del pago a la persona que lo ha emitido.

El concepto de pagaré hace referencia a la promesa incondicional de pago por parte del emisor o librador (persona que se compromete a pagar), al beneficiario o tenedor, (persona a quién se le debe pagar) dentro de unas condiciones acordadas y que se reflejan en el documento.

Debemos tener en cuenta que los pagarés son una promesa, y no un medio de pago. Esto significa que las promesas siempre deben cumplirse, pero no siempre acaba siendo así. Por ello, el pagaré posee algunos riesgos que puedes encontrarte a la hora de cobrarlo.

Para la persona que lo emite los pagaré son un buen recurso a modo de financiación ya que permite obtener un tiempo extra para cumplir con las obligaciones pendientes. Sin embargo, para los que los reciben no siempre son buenas noticias. Por un lado, los trámites para cobrar y los gastos de gestión corren a cuenta del beneficiario. Por otro lado, nadie te asegura que vayas a obtener tu dinero. Es por esto que, los pagarés bancarios ofrecen mejores garantías para la persona que lo recibe.

Partes de un pagaré

Para que el pagaré sea efectivo es imprescindible que se vea reflejada en el documento la palabra pagaré. Además, es necesario que incluya información sobre las condiciones y las diferentes partes involucradas como:

  • Fecha y lugar de emisión
  • Fecha de vencimiento
  • Nombre del emisor y del beneficiario
  • Número de cuenta e IBAN del emirsor
  • Promesa de pago
  • Firma del emisor del pagaré