El dividendo por acción es la cantidad de beneficio que ha conseguido una empresa y que es es dividido por el número de acciones. Por ello, cuando una empresa ha obtenido beneficios y esta parte del beneficio decide dedicarlo a los dividendos (parte del beneficio que es repartido entre los socios), los accionistas recibirán parte proporcional de la ganancia. Esta parte proporcional de la ganancia dependerá del tipo de acción que tenga (acción normal, con ventajas, doble dividendo, etc…).

Este concepto es capaz de medir la rentabilidad que una empresa es capaz de darnos, ya que si tomamos el dividendo recibido entre el valor de la acción en su momento podremos obtener la ganancia que, relativamente, hemos ganado.

Para visualizar el concepto, vamos a ver un EJEMPLO: Si una acción cotiza a 30 € y la compañía decide repartir su dividendo por acción a 2 €:

2/30 = 0,066

0,066 x 100 = 6,66 %

La rentabilidad que supone es del 6’66 % en el caso de que queramos tener dicha acción en nuestra cartera. Aunque, cabe destacar que no todas las acciones obtienen el mismo dividendo: como indicamos anteriormente, las empresas diferenciarán en diferentes tipos de acciones, según su conveniencia, su poder dentro de la empresa, el ingreso de dividendos, etc.

Otro aspecto importante es tener en cuenta la valoración del dividendo por acción, ya que no será lo mismo valorarlo al precio de salida de acción (30 €, siguiendo el ejemplo anterior), que adquirir mediante cambios a un precio inferior, cambiando el beneficio que obtenemos.

Por último, cabe destacar que el Consejo de Administración de una sociedad deberá decidir sobre el reparto o no del dividendo en una empresa, siendo los accionistas los que decidan si el dividendo sea acorde a riesgos de la posesión de los títulos en esa compañía o si es preferible la venta posterior una vez se haya cobrado dicho beneficio.