El interés simple es uno de los tipos de interés existentes en términos económicos. La palabra interés hace referencia a la ganancia que produce un capital. Este capital puede encontrarse en dos situaciones en las que se generan intereses:
- Capital prestado. Puede ser un capital que una entidad financiera ha prestado en una operación hipotecaria y por el que recibe junto a la devolución del principal un interés remuneratorio.
- Capital depositado. También se puede tratar de un capital depositado en una entidad financiera que produce una rentabilidad a su titular.
El interés se utiliza por lo tanto para medir la rentabilidad de una inversión o ahorro, o para calcular el coste de un préstamo.
Características del interés simple
El interés simple se caracteriza por que el importe correspondiente al interés no se suma al capital, algo que si ocurre con el interés compuesto. Además este tipo de interés se mantiene constante durante cada periodo de vigencia del préstamo o inversión. Por otro lado el interés simple se calcula tomando como referencia el capital. Por lo que no aumentan a medida que pasa el tiempo.
Fórmula para el cálculo del interés simple
La fórmula para calcular el interés simple sobre un capital para periodos completos de un año es la siguiente:
Interés simple = C x I x T /100
Para periodos inferiores al año expresados en meses se utiliza la siguiente formula:
Interés simple = C x I x T / 1200
Donde los valores de la formula son:
.- C: Es el importe del capital sobre el que se realiza el cálculo de interés simple.
.- I: Es el tipo de interés. Habitualmente viene expresado en un porcentaje por lo que antes de incluirlo en la fórmula lo dividiremos entre 100.
.-T: Es el tiempo que se mantendrá el capital prestado o invertido. Expresado en años completos o en meses en función de la fórmula.