La definición de refinanciación hace referencia al acto de reemplazar una obligación de deuda ya existente por otra obligación de deuda con unas condiciones distintas. Las condiciones  y términos varían en función de una serie de factores como pueden ser el país, la capacidad de devolución del prestatario, la regulación bancaria o la estabilidad de la moneda.

¿Qué es la refinanciación de deudas?

Para refinanciar deudas hay que contratar un nuevo préstamo que permita cancelar un préstamo anterior, consiguiendo de esta forma que las condiciones actuales de pago resulten más favorables para la empresa o particular en relación a las contratadas en el primer préstamo.

En el ámbito empresarial se solicita la refinanciación cuando la sociedad presenta dificultades para afrontar el pago de las cuotas del anterior préstamo, lo que puede lastrar su actividad.

La refinanciación de deudas se puede solicitar tanto en la misma entidad bancaria con la que se tiene contratado el préstamos para fijar unas condiciones nuevas y más favorables, como en una entidad financiera externa. De hacerlo con la misma entidad habrá que soportar una serie de gastos adicionales contemplado en el contrato.

También en el sector de la vivienda existe la opción de refinanciación de hipotecas. Esta operaciones consiste en cambiar las condiciones actuales de un préstamo hipotecario por otras diferentes. Puede ser una opción muy interesante cuando se necesite modificar alguna cláusula del contrato para pagar menos cuota al mes, mejorar el interés bancario u obtener un dinero extra para cancelar otros créditos.

Entre las finalidades de renegociar la hipoteca se encuentran:

  • Aumentar el capital: de esta manera consiguen un dinero extra para financiar un proyecto diferente, como puede ser abonar una reforma.
  • Modificar el tipo de interés aplicado: para reducir el tipo aplicado o para pasarse del interés fijo al variable, o al revés.
  • Aumentar o disminuir el plazo: resulta muy común cambiar el periodo de amortización, ya sea para recortarlo y pagar menos en total, o prolongarlo en el tiempo para reducir las cuotas.
  • Cambiar cualquier cláusula: la refinanciación hipotecaria también sirve para acabar con comisiones, modificar los titulares del préstamo o eliminar cláusulas abusivas.

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