En ocasiones, especialmente cuando se interpone un recurso de apelación, se puede dar el caso de que se suspendan los efectos y la ejecución de la sentencia impugnada. Aunque este suceso no siempre tiene lugar en la jurisprudencia -para ello tienen que producirse una serie de supuestos- lo cierto es que el proceso judicial podría llegar a paralizarse. Este concepto, conocido como efecto suspensivo, es sumamente decisivo en cualquier proceso judicial.
¿Qué mide un efecto suspensivo?
El efecto que producen algunos recursos de apelación siempre que se suspendan los efectos de la resolución impugnada. Cuando tiene lugar dicho efecto, el proceso judicial se paraliza hasta que el juez de segunda instancia pueda resolver el recurso de apelación pertinente. Es decir, nadie podrá efectuar ningún trámite procesal ante el juez de primera instancia hasta que se resuelva el efecto suspensivo.
¿En qué casos se da un efecto suspensivo?
Como ya hemos adelantado, tienen que darse una serie de situaciones para que el efecto suspensivo tenga lugar. Por ejemplo:
- La sentencia impugnada esté relacionada con el estado civil de las personas implicadas.
- Las sentencias o resoluciones que hayan sido impugnadas por las dos partes implicadas.
- Las sentencias o resoluciones en las que se haya negado la totalidad de las pretensiones.
- Las sentencias o resoluciones que sean de carácter declarativo.
Siempre que se haya producido alguna otra situación diferente a las mencionadas, será concedido un efecto devolutivo (pero no suspensivo).