La tasa de desempleo es un indicador que nos muestra el número de personas de un territorio concreto que se encuentra en situación de paro. Este dato se expresa en forma de porcentaje y es fundamental para valorar la situación económica de un país, ya que nos ofrece una visión general de cuál es el número de personas que no poseen un trabajo al que dedicarse.
Es evidente que las tasas de desempleo altas son una señal de que la economía de un país no se encuentra en su mejor momento, mientras que las tasas de desempleo bajas suelen ser efecto la buena coyuntura económica. Sin embargo, debemos tener en cuenta que es posible tener una tasa de desempleo baja pero que el empleo sea precario, ya que no describiría la situación real de las personas que viven en ese país. Aun así, las consecuencias de tener un desempleo alto suelen más perjudiciales en el ámbito económico.
¿Cómo se calcula la tasa de paro?
La tasa de desempleo o tasa de paro es muy sencilla de calcular ya que para medirla solo basta con observar la relación el paro de un país y su población activa. Es decir, que debemos dividir el número de parados de un país, entre todas las personas que tienen la posibilidad de trabajar.
De esta forma, la fórmula para calcular la tasa de desempleo sería esta:
Tasa de desempleo = (Nº de parados / Población activa ) x 100
Pongamos un ejemplo. Si un país posee 2 millones de parados y tiene una población activa de 50 millones, ¿cuál sería su tasa de desempleo? Muy sencillo.
Tasa de desempleo = (2.000.000 / 50.000.000) x 100 = 4%.
En este caso nos encontraríamos con una tasa de desempleo muy baja que, a priori, sería consecuencia de una buena salud de la economía en cuestión. Cuando se dan estas tasas de paro tan reducidas, se considera que el país se encuentra en una situación de pleno empleo. Sin embargo, esto no significa que todas las personas del país tengan un trabajo.