El concepto de microsite hace referencia a una web adicional, por lo general de menor medida, para hacer o apoyar campañas de marketing digital con una duración limitada. Se utiliza sobre todo para facilitar información para la introducción en el mercado de nuevos servicios, productos o eventos.
¿Para qué sirve un microsite?
Para entender mejor este concepto utlizaremos un ejemplo. Cuando un usuario haga clic sobre uno de los banners contratados en portales web, dicho internauta llegará a su microsite en lugar de la página web corporativa. De esta forma se aporta solo la información y los detalles que realmente son importantes para el producto que se busca promocionar. Por lo general, el diseño difiere del diseño corporativo, aunque se intentan respetar los colores para no perder la identidad corporativa de la empresa.
¿Cómo hacer un microsite?
Por lo tanto, un microsite es una página web promocional que se crea con un objetivo concreto, como puede ser dar a conocer un servicio o artículo. Es independiente de una website principal y cuenta con una dirección URL propia.
El diseño web debe ser impactante, intentando transmitir los valores del producto. Resulta necesario, además, escoger un buen dominio para que el usuario recuerde con más facilidad la acción y que no tenga nada que ver con el de la web principal.
Entre los ejemplos de microsite podrían encontrarse la página de una exposición temporal de un museo o una campaña de una empresa informática para presentar un nuevo equipo o una oferta determinada.
Un microsite en publicidad contribuye a mejorar notablemente las cifras de ventas. De hecho está considerada como una herramienta eficaz de marketing, que entre otras cosas aporta importantes ventajas, como un mayor enfoque, mejora el posicionamiento SEO, desmarcarse de la marca ‘madre’ o adaptarse a la estacionalidad.
Por lo tanto hay que diferenciarla de página web y landing page, términos que suelen confundir con microsite con frecuencia.