Una obligación es un tipo de instrumento de deuda que no se asegura con bienes físicos. Este tipo de financiación están muy utilizados tanto por los gobiernos como por las grandes empresas con el objetivo de conseguir fondos o liquidez en forma de préstamo.
Las obligaciones (debenture en inglés) son una de las formas de financiación más comunes por las que pueden suelen optar las grandes empresas, ya que este tipo de préstamos se pueden devolver en una fecha fija y pagando un tipo de interés fijo.
¿Cuántos tipos de obligaciones existen?
Existen dos tipos de obligaciones por las que se puede optar:
- Las obligaciones convertibles: son bonos que se pueden convertir en acciones de la empresa que las emite después de un periodo determinado de tiempo.
- Las obligaciones no convertibles: a diferencia de los anteriores, no pueden transformase con el tiempo en acciones de la empresa o corporación emisora.
¿Cuál de estos dos bonos es mejor? Todo depende. Por un lado los bonos convertibles son muy atractivos para los inversores por la posibilidad de transformarlos en acciones, y a las empresas les interesan por su bajo interés. Por otro lado, para compensar, las obligaciones no convertibles tienen un interés más alto.
Por regla general, las empresas que optan por esta modalidad de financiación pagan los intereses antes que pagar los dividendos a sus accionistas. En comparación con otro tipos de préstamos e instrumentos de deuda, las obligaciones tienen varias ventajas:
- El interés que se paga por ellas es bastante bajo en comparación con otras formas de financiación.
- La para saldar la deuda contraía suele estar lejana en el tiempo. Es decir, se trata de préstamos que se pueden reembolsar en mucho tiempo.